Por todas partes sombras
unidas con las nuestras
las calles, las farolas
los árboles, las puertas
Perfuman los aromos
la Navidad porteña
a un tigre de las sombras
lo mira su poeta.
Tus ojos y los míos
así es, por vez primera
unidos en un tallo
mirando las estrellas.
Qué vueltas da el Destino
qué rara es la existencia
cuando mañana es hoy
y los quizás certezas.
Cuando el ayer no importa
porque el futuro empieza
a convertirse en humo
que exhala la tristeza.
Cuando el instante hermoso
que compartimos vuela
al cielo del recuerdo
para encender promesas.
Tus pasos y los míos
también por vez primera
hicieron esa noche
camino de quimeras.
¿Son estas calles reales?
¿tú y yo somos nosotros?
Cuando la muerte venga
ha de tener tus ojos.*
*Sobre el verso de Cesare Pavese: Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.